RESEÑA – LA SOMBRA DEL DESIERTO (o el paraíso perdido) (FICUNAM)

Reseña de La Sombra del Desierto (o el Paraíso Perdido)
Por Luis Mario Muñiz

Juan Manuel Sepúlveda nos trae una joya de película al FICUNAM 2020. La Sombra del Desierto (o el Paraíso Perdido) es un filme con toques documentales que expone la vida de los habitantes del desierto, específicamente el desierto del norte del país, un lugar poco acogedor que esconde una forma de vivir completamente diferente a la que conocemos, llena de dificultades y mística.

La historia se centra en varios habitantes del desierto: mexicanos y centroamericanos que batallan por atravesar la frontera para llegar con sus familias o para alcanzar el “sueño americano”; los últimos sobrevivientes del pueblo de los Tohono O’otham en México, una tribu peculiar debido a que la frontera separó al pueblo, dejando una pequeña diáspora en México que necesita hacer viajes constantes a Estados Unidos; otras comunidades locales de la frontera que encuentran dificultades por el clima, la situación hostil de violencia por el narcotráfico y, por último, estos mismos criminales y traficantes que pasan constantemente por el lugar.

La situación se ha vuelto cada vez más complicada, especialmente para el pueblo de los Tohono, con el fortalecimiento de las barreras entre los países. El desierto resulta un lugar en el que la muerte y la vida, los sueños y la desesperanza, la religión y la violencia tienen choques constantes, coexistiendo finalmente por necesidad.

El filme-documental toca constantemente el tema del cine en la vida, la excepcionalidad de la vida y la magia detrás de contar una historia personal. La fotografía, del mismo director Sepúlveda, y el sonido de Nicolás Aguilar, se complementan de una forma mágica para ilustrarnos sobre este entorno. La música de Bach, junto con pequeños fragmentos extraídos del Paraíso Perdido de John Milton, nos dejan una sensación de un ciclo completo entre la vida y el arte.

La historia se encuentra con diferentes personajes interesantes por todo lo que nos pueden enseñar y su forma de vivir tan diferente a la nuestra. El Diablo resalta por su historia emotiva y su ser soñador, mientras los niños son los que nos guían, casi de la mano, en este paraíso perdido, mostrándonos la vida en este espacio lleno de muerte. El director juega con la realidad y la ficción para regalarnos esta historia tan especial.

El filme, como ya se mencionó, será parte de la muestra del Festival Internacional de Cine de la UNAM 2020. Definitivamente es un trabajo que no se deben perder. Vayan a verla que seguramente les dejará suficientes ganas de ver el resto del trabajo de este cineasta que apenas está empezando.