RESEÑA: CHICAGO PD TEMPORADA 8 de NBC

La violencia policiaca en contra de la población negra en Estados Unidos es uno de los temas más relevantes en el mundo hoy. La pandemia no ha frenado el escalamiento del problema. Las manifestaciones por la muerte de George Floyd en mayo y junio de 2020 tuvieron un impacto mundial debido a los problemas de raza y discriminación que no son exclusivos a la unión americana. Chicago PD llega, en su octava temporada, con este tema en el frente.

La misma policía se ve dividida por el conflicto racial. La policía tiene dos caras, según lo presenta el programa. El lado amable, que le importan los ciudadanos, que quiere hacer de Chicago un lugar mejor (algo que tristemente no vemos un paralelo en México) y la policía que funciona como un tipo de mafia en el cual se encubren y tienen el orgullo “azul” (el color que usan los policías en EE. UU. es azul) al cual siempre le serán leales. Inclusive el oficial Kevin Atwater, quien tiene un papel central en esta problemática menciona una frase muy relevante, “la policia es azul y yo soy negro”.

Además, como con el COVID, otros crímenes no paran por lo que los policías de Chicago no sólo tendrán en contra los problemas de siempre, a los criminales, sino problemas dentro de la misma policía.

Los personajes y la historia hacen un trabajo increíble al exponer esta problemática, aunado a la historia de drama y suspenso que adoran los fans y que les encantará con su regreso en esta octava temporada. Chicago PD llega otra vez con NBC con más relevancia que nunca antes debido a su temática y con una excelente producción, como siempre.