RESEÑA – PRESENCIA DEL MAL

RESEÑA – PRESENCIA DEL MAL

21/01/2020 0 Por Lalo Olivares

Escrito por: Alejandra Figueroa.

Universal Pictures nos trae la historia de Kate (Mackenzie Davis), quien ha sido contratada para ser la institutriz de Flora (Brooklynn Prince) y Miles (Finn Wolfhard). Basada en la novela de Henry James TheTurn of the Screw (Otra Vuelta de tuerca).

La novela nos cuenta la historia de esta joven que llega a una vieja mansión de dimensiones extravagantes a cuidar y enseñar a dos pequeños que han sido traumatizados por la muerte de sus padres al igual que la muerte de sus instructores anteriores.

La apuesta por esta novela es de gran responsabilidad, ya que para los que conocen las obras de Henry James, saben como le gusta jugar con la psicología de sus personajes y lectores, sin mencionar sus finales tan ambiguos. Algo que en la película fue muy bien abordado con el personaje principal: Kate. Mackenzie encarna muy bien al personaje, el miedo que siente, la relación que ella intenta entender de si lo que está viendo es real o no. Es una película donde la muerte se hace presente desde un inicio, es decir, la ausencia de personas importantes en la vida de los personajes.

Flora de 6 años, por una parte, con su aspecto angelical y admiración por su hermano Miles, 10 años,quien lejos de ser un niño problema, en su interior el miedo es quien lo gobierna y de ahí surgen comportamientos inapropiados para alguien de su edad. Estos dos personajes fueron bien fundamentados al igual que interpretados, si bien, nos hemos dado cuenta de que las últimas películas de terror que han salido se han enfocado en la maldad de los niños, esta es todo lo contrario. Nos muestra como la inocencia puede ser tan terrorífica como la maldad pura y los dos actores saben escabullirse en las entrañas de los espectadores.

La historia es un tanto difícil de digerir, donde lo imposible se vuelve cierto y lo cierto te hace dudar de su veracidad, donde determinar el desenlace le corresponde al espectador. Da la oportunidad de señalar a cada personaje y decidir quién es real, quién no lo es, quién es inocente o culpable. Porque al final, el poder de la película radica en los traumas reprimidos de cada uno y jamás se terminará de decir lo que cada uno tenía por contar.

La dirección por parte de Floria Sigismondi, logra su cometido, plasmó la locura, visiones, fantasmas, miedo, tensión y sobre todo la simplicidad e ingenuidad de cada personaje convirtiéndolo en terror puro.