RESEÑA – HUÉRFANOS DE BROOKLYN

Con una influencia evidente China Town de Roman Polanki y sobre todo el ejemplo de Orson Welles escribiendo, dirigiendo y protagonizando su propia película, Citizen Kane, Edward Norton comienza desde 1999 la adaptación del Libro Motherless Brooklyn de Jonathan Lethem con el objetivo de ir más allá de su exitosa carrera como actor. 

La historia se sitúa a mediados del siglo XX en la ciudad de Nueva York.  Todo comienza con Lionel, el personaje principal, esperando junto con su compañero ,Coney, dentro de un auto. Se escucha con una voz en off del protagonista, explicando su problema de tics que se agravan por nerviosismo, emoción o querer controlarlo, lo describe como tener vidrios en su en su mente, o bien, una cabeza rota. Hoy en día sabemos que se trata del síndrome Tourette. 

En seguida aparece Frank, el líder del grupo de investigadores privados a dónde pertenece Lionel, exponiendo un plan para sacar información de un caso presentado como inofensivo. Ahí podemos notar la excelente relación entre Frank y Lionel y nos damos cuenta que el personaje de Norton a pesar de su condición, es parte esencial del equipo pues tiene memoria fotográfica y una inteligencia mayor a la de cualquiera de sus compañeros, quienes no lo toman en serio y le apodan “Freak show”. 

Las tomas están cuidadas en el más mínimo detalle en composición, simbolismo y estética. Lo visual  junto con un ritmo de la música de Jazz, te sumerge en el punto de vista del protagonista. Hay una escena donde el Tourette de Lionel hace que cante al son de la canción del grupo que está tocando en el bar en que se encuentra. Armoniza con ellos y es así como la historia lleva este ritmo aún mezclando ritmo modernos como los de Thom Yorke. Te intrigas cuando hay una pista nueva, tratas de resolver el caso por tu cuenta, te duele cuando ves las palizas, te enamoras cuando Lionel y Rose bailan juntos. 

 El misterio y la emoción está bien lograda hasta un poco más de la mitad cuando la historia empieza a decaer un poco. Sin duda Norton hace un excelente trabajo y se nota con sus referencias a símbolos históricos incrustados en las escenas que sabe lo que hace. Aun así se queda en una buena síntesis de obras maestras pero a su película en sí, le falta una aportación nueva.

Reseña por: Graje Sofía