RESEÑA – MARY POPPINS RETURNS

Mary Poppins regresa después varios años y vuelve para ayudar a la familia Banks que una vez más requiere de su magia.

Sin embargo, esta vez la magia parece no ser suficiente, ya ir la historia no da para mucho unos personajes pasan sin pena ni gloria.

Nos sumergimos en un Londres en la época de la gran depresión, las calles son grises y el ánimo está por los suelos, podríamos pensar que es justamente Mary Poppins quien podría darle un poco de color y sonrisas al asunto… Sí y no. Todo comienza muy bien, hay magia, color, aventura, pero todo eso se va diluyendo conforme transcurre la historia. Cada vez vemos menos color y más Londres gris, pareciera que decidieron cambiar todo lo memorable de la película anterior y poner en su lugar un baile tras otro de los faroleros que no son tan memorables como para dedicarle tanto espacio y terminan sintiéndose como un relleno.

Hablando de los personajes no podemos decir que se quedarán mucho en nuestra memoria. Mary Poppins carece de protagonismo, la historia no se trata de ella, eso está claro, pero tampoco parece que su presencia sea el repulsivo que necesitaba la familia, simplemente se queda en una actuación tiesa y sin carisma que parece que está ahí solo para regañar y hacer un gesto de vez en cuando, no terminas por empatizar con ella y sentir cariño por el personaje y eso es algo contrario a la idea general de la historia. En cuanto a los demás, el único que se siente con una evolución y con intenciones de mostrar algún tipo de emoción, irónicamente es el padre, quien se nos presenta como el contrario de todo el pensamiento mágico, pero a la vez no termina de encajar.

Si bien las canciones se notan con intención y con esencia, no son memorables, no esperes un supercalifrajilistico o algo que se quede en tu mente por mucho tiempo.

La animación es muy buena, lo poco que vemos de ella trae muchos recuerdos de los dibujos clásicos y luce tan hermosa como siempre, el problema es que no veremos mucho ni será de suma importancia al final.

En conclusión:
Mary Poppins tenía una gran oportunidad de traer la magia clásica de Disney a una nueva generación, sin embargo, decidió no apostar por ello y en lugar de eso quizá hasta nos dejó con ganas de no saber más de los personajes, los cuales terminan por sentirse en una película sin carisma y hecha sólo porque había que hacerla. Lo más probable es que los niños no recuerden con cariño esta cinta y es más, tal vez ni lleguen a disfrutarla.

Película no recomendada, mejor espera a que salga en algún servicio de streaming o en televisión. ??