RESEÑA – HIJOS DE PERRA

¿Alguna vez adoptaste un perrito? ¿Recuerdas la felicidad que generó en ti el tener un cachorro que fue abandonado, como lo cuidaste y amaste? Pues en esta película vemos lo contrario, pero con mucho humor.

Doug es una persona podrida y detestable, que por asares del destino termina cuidando de Reggie, un perrito que junto a su pareja adoptaron desde pequeño, pero la verdad es que lo detesta y no puede esperar el momento para abandonarlo de una vez por todas, a pesar de todo el amor incondicional que Reggie le muestra, el sigue intentando dejarlo lo más lejos posible, hasta que un día lo consigue y el peludo se encuentra solo en las calles. Aunque no por mucho tiempo, ya que se hace de buenos amigos perrunos con los que conocerá la verdadera vida de un perro libre y se enfrascarán en un viaje de humor negro, venganza y aventuras caninas.

Una película que trata de llevar el tema del abandono de los cachorros con un humor ácido y subido de tono muy al estilo estadounidense.

Lo bueno: Te vas a reír, eventualmente habrá alguna situación con la que te identifiques o que te genere una gracia genuina. La película intenta por muchos lados y aunque muchas cosas no le salen bien, las que sí, van a ser muy graciosas. El doblaje al español latino es uno de esos en los que se les da la libertad a los actores de soltarse con regionalismos, algo que siempre pega mucho en la audiencia mexicana y que incluso puede que mejore ciertos chistes “agringados”.

Lo malo: La historia no tiene mucho contenido rescatable, es un cliché tras otro que se basa en momentos como si vieras un sketch tras otro hasta que acaba. Los personajes se desarrollan muy poco, solo lo suficiente como para que te caigan bien o mal y ya, principalmente están ahí para cumplir con el chiste. Además de que el mensaje final no es del todo positivo ya que romantiza la situación de calle de los perros, cuando sabemos que realmente no son de esa manera.

En conclusión:

Una película divertida, para pasar el rato si gustas de un humor ácido pero simple y tirándole a lo vulgar, sin más pretensiones que contar un gran chiste y hacer reír con las situaciones. Si no eres tolerante con este tipo de películas, no te le acerques, pero si disfrutas de los momentos simples, te vas a divertir.