RESEÑA – RENFIELD: ASISTENTE DE VAMPIRO

Las películas de vampiros son parte de la cultura cinematográfica, la gran mayoría son de terror o con alguna temática similar. Uno de los personajes más famosos dentro y fuera del cine es Drácula, quizás el más famoso vampiro de todos los tiempos. En esta ocasión lo tenemos de regreso en una reinterpretación más satírica, pero sin perder el toque tenebroso que lo caracteriza.

Drácula es un ser de las tinieblas que ha vivido durante siglos alimentándose de personas y haciéndose cada vez más fuerte. Con él, lo acompaña su asistente Renfield, un hombre de baja autoestima que ha perdido todo y que con los engaños de su amo, obtuvo poderes y ligó su vida a servirlo para toda la eternidad. Pero todo cambiará cuando conozca lo que es tener una vida común y conservar su humanidad, volver a sentir y querer a alguien sin depender de aquella relación tóxica con su jefe.

Cuando vas al cine y esperas que una película te sorprenda y de hecho lo logra para bien, lo disfrutas mucho más. Nicolas Cage interpreta a un conde Drácula mucho más relajado, pero igual de peligroso, con tintes de humor ácido y violencia en puntos específicos que aderezan esa sensación.

Lo bueno: Nicholas Hoult hace una interpretación muy buena como Renfield, notas el desarrollo en su personaje y hasta empatizas con él. Además Cage hace un gran papel como el antagonista, siendo muy carismático. Es de esos villanos que amas odiar. El humor está llevado de muy buena manera y encaja con los toques de violencia y sangre.

Lo malo: Algunos personajes secundarios palidecen en su desarrollo y no convencen tanto, además de que la historia no va más allá de lo convencional.

En conclusión: Una película hecha con corazón, que quizá no sea el mayor blockbuster, pero que es de esas que puedes ver en un momento de relajación y pasar un tiempo agradable. Eso sí, si no eres fanático de la comedia o de la temática violenta, no encontrarás algo diferente aquí. Pero si no es tu caso, pasarás un rato muy entretenido.