RESEÑA – WONKA

Timothée Chalamet parece estar en el mejor momento de su carrera hasta ahora. Lo vemos por todos lados y en muchas producciones. Podría decirse que es el equivalente de Tom Holland de Universal. Esta vez, le ha tocado la gran labor de interpretar a un icónico personaje como lo es Willy Wonka en una historia de origen que viene a reinventar lo que conocemos sobre él y darle un lavado de cara sobretodo a la personalidad y carisma que puede traernos.

Willy Wonka es un joven apasionado por el chocolate, la magia y los inventos. Ha dedicado su vida a perfeccionar estas 3 habilidades y su sueño es compartir su chocolate con todas las personas. Por lo cual decide emprender un viaje hasta la ciudad y comenzar a venderlo, pero lo que no sabía, es que se encontraría con una mafia de chocolateros que harán hasta lo impensable para detener su sueño y evitar que les quite a todos sus clientes.

Una historia que viene a revitalizar la imagen del personaje de Willy Wonka y crear un universo nuevo con muchas posibilidades por delante.

Lo bueno: Los personajes tienen un encanto único y una personalidad que no pasa desapercibida, realmente te meten en la historia y desarrolla el camino de Wonka siendo una buena contraparte más aterrizado de realidad que contrasta con lo fantasioso que puede llegar a ser el protagonista. Sumado al humor agradable con el que cuenta la cinta y que hará pasar un buen rato a toda la familia.

Lo malo: Una trama que se siente alargada en muchas partes, que se ve interrumpida por un par canciones que quizá no terminen de cuajar del todo con lo que se está contando. Con sucesos que pasan por conveniencia y con una sub trama que se siente un tanto sobrada, haciendo más tedioso el llegar al final.

En conclusión:

Una película que tiene muchos fallos, pero que tiene aciertos muy destacables que hacen disfrutar el camino en esta nueva historia.