Reseña – Dune (2021)

Los clásicos nunca mueren… al menos eso es lo que dicen. Sin embargo Dune no ha tenido el reconocimiento muchos dicen que se merece en los últimos años. Es así cómo llega a nuestras pantallas un nuevo remake Dune (parte 1).

Paul (Timothée Chalamet) es el heredero y elegido para salvar a los pueblos de la opresión. El cual verá ante sí una gran cantidad de retos y batallas que le harán demostrar que de verdad él es el indicado.

Sin contar mucho sobre la historia de la película; ésta es una aventura fantástica, que se ambienta en mundos irreales, pero basados en posibles futuros post apocalípticos y con un toque de magia, que encima contará una historia rica de elementos de cuentos clásicos y modernos.

La película cuenta con un gran reparto de actores de renombre, que por sí solos llaman la atención y que cumplen con un papel que en su mayoría no es muy extenso, pero que son de suma importancia para el desarrollo de la trama.

Como es de esperarse en una producción de tan alto presupuesto, veremos efectos y ambientaciones muy bien logrados, que logran sumergir al espectador en un mundo que se siente vivo y que forma parte de experiencia de contarnos de manera integral como todo el mundo es absorbido una atmósfera de desolación y con un peligro constante.

La música es un trabajo sobresaliente por parte de Hans Zimmer, que le agrega su ya característica firma a lo que termina siendo un paquete completo de inmersión y espectacularidad.

Aunque no es perfecta, ya que cuenta con escenas que se alargan demás sin justificación y hacen que la trama se torne cansada y que la historia termine por retrasarse y sentirse un tanto tediosa. Pero en realidad, nada que no pueda dejarse pasar. Cabe destacar que siendo una primera parte, el final se sentirá algo abrupto y sin mucha espectacularidad, pero que no te deja insatisfecho.

¿Logrará superar a la versión de David Lynch? El tiempo lo dirá. Mientras tanto, es una película totalmente recomendable, sobretodo en formatos como imax.